Investigación sobre terapia magnética: fibromialgia

Uso de cubrecolchones magnéticos en pacientes con fibromialgia: un estudio piloto aleatorizado doble ciego.

Dra. Agatha P. Colbert, Profesora adjunta clínica de Medicina Física y Rehabilitación, Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, Boston, MA 02111

Marko S Markov, Ph.D. Departamento de Ortopedia, Facultad de Medicina del Monte Sinaí, Nueva York

Mandira Baneiji, MA Asistente de investigación, Litterst & Associates, Newton, MA

Arthur A. Pilla, Ph.D. Departamento de Ortopedia, Facultad de Medicina Mount Sinai, Nueva York Departamento de Ingeniería Biomédica, Universidad de Columbia, Nueva York

OBJETIVO: Determinar si la dolor crónico y trastornos del sueño La sensación de alivio que experimentan los pacientes con fibromialgia se puede mejorar durmiendo sobre un colchón magnético.

PACIENTES: Se reclutaron treinta y cinco mujeres con diagnóstico de síndrome de fibromialgia. Treinta cumplieron los criterios de inclusión/exclusión y se incorporaron al estudio. Veinticinco lo completaron. Una se perdió durante el seguimiento. Tres fueron retiradas por incumplimiento del protocolo y una por hospitalización intercurrente.

INTERVENCIÓN: Dormir sobre un colchón experimental (magnetizado con una intensidad de campo magnético de 1100 +/- 50 Gauss y aplicando 200-600 Gauss a la superficie de la piel o un cubrecolchón falso (no magnetizado) durante un período de 16 semanas.

PRINCIPALES MEDIDAS DE RESULTADO: Escalas visuales analógicas (EVA) para bienestar global, dolor, sueño, fatiga y cansancio al despertar; Puntuación miálgica total; Dibujos de distribución del dolor; y un Cuestionario de Impacto de Fibromialgia modificado.

RESULTADOS: Los sujetos que durmieron en el cubrecolchón experimental experimentaron una disminución significativa del dolor (~ < 0,05), la fatiga (~ < 0,006), la puntuación miálgica total (~ < 0,03) y la distribución del dolor (1) (< 0,02). Además, estos sujetos mostraron una mejora significativa del sueño (p < 0,01) y del funcionamiento físico, como se evidenció en el Cuestionario de Impacto de la Fibromialgia modificado (~ < 0,04). Los sujetos que durmieron en el cubrecolchón simulado no experimentaron cambios significativos en estas mismas medidas de resultado. Los sujetos de los grupos control y experimental mostraron una mejora del cansancio al despertar, lo que demuestra un efecto placebo en este parámetro. Ninguno de los grupos mostró ningún efecto sobre el bienestar general.

CONCLUSIONES: Dormir en una El cubrecolchón magnético , con una intensidad de campo magnético superficial de 1100 ± 50 Gauss, que aplica de 200 a 600 Gauss en la superficie de la piel, proporciona un alivio del dolor estadísticamente significativo y clínicamente relevante, así como una mejora del sueño en personas con fibromialgia. No se observaron reacciones adversas durante el periodo de prueba de 16 semanas.

Revista de rehabilitación musculoesquelética y de espalda 13(1999) 19-31

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Campos magnéticos estáticos para el tratamiento de la fibromialgia: un ensayo controlado aleatorio.

Alfano AP, Taylor AG, Foresman PA, Dunkl PR, McConnell GG, Conaway MR, Gillies GT.

Departamento de Medicina Física y Rehabilitación, Sistema de Salud de la Universidad de Virginia, Charlottesville, EE. UU. apa6r@virginia.edu

OBJETIVO: Probar la efectividad de los campos magnéticos estáticos de dos configuraciones diferentes, producidos por almohadillas magnéticas para dormir, como terapias complementarias para disminuir la percepción del dolor del paciente y mejorar el estado funcional en personas con fibromialgia.

DISEÑO: Ensayo aleatorizado, controlado con placebo, de 6 meses de duración, realizado desde noviembre de 1997 hasta diciembre de 1998.

ESCENARIO Y SUJETOS: Se reclutaron adultos que cumplieron los criterios de 1990 del Colegio Americano de Reumatología para la fibromialgia a través de derivaciones clínicas y anuncios en los medios de comunicación y se evaluaron en una clínica universitaria.

INTERVENCIONES: Los sujetos del grupo A con almohadillas funcionales utilizaron una almohadilla durante 6 meses que les expuso a un campo magnético estático bajo, uniforme y de polaridad negativa. Los sujetos del grupo B con almohadillas funcionales utilizaron una almohadilla durante 6 meses que los expuso a un campo magnético estático bajo con variación espacial y de polaridad. Los sujetos de dos grupos de tratamiento simulado utilizaron almohadillas idénticas en apariencia y textura a las almohadillas funcionales, pero con imanes inactivos; estos grupos se combinaron para el análisis. Los sujetos del grupo de atención habitual continuaron con sus regímenes de tratamiento establecidos.

MEDIDAS DE RESULTADOS: Los resultados primarios fueron los puntajes de cambio a los 6 meses en las siguientes medidas: estado funcional (Cuestionario de Impacto de Fibromialgia), calificaciones de intensidad del dolor, recuento de puntos sensibles y un puntaje de intensidad del dolor en puntos sensibles.

RESULTADOS: Se observó una diferencia significativa entre los grupos en la intensidad del dolor (p = 0,03), siendo el grupo con la Almohadilla Funcional A el que mostró la mayor reducción con respecto al valor inicial a los 6 meses. Los cuatro grupos mostraron una disminución en el número de puntos sensibles, pero las diferencias entre ellos no fueron significativas (p = 0,72). Los grupos con almohadillas funcionales mostraron la mayor disminución en la intensidad total del dolor en los puntos sensibles, pero las diferencias generales no fueron significativas (p = 0,25). La mejoría del estado funcional fue mayor en los grupos con almohadillas funcionales, pero las diferencias entre ellos no fueron significativas (p = 0,23).

CONCLUSIONES: Aunque los grupos de almohadillas funcionales mostraron mejoras en el estado funcional, el nivel de intensidad del dolor, el recuento de puntos sensibles y la intensidad de los puntos sensibles después de 6 meses de tratamiento, con la excepción del nivel de intensidad del dolor, estas mejoras no difirieron significativamente de los cambios en el grupo Sham o en el grupo de atención habitual.

J Altern Complement Med 2001 febrero;7(1):53-64

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